Agné ve difícil que un proyecto de entrenador dure más de tres años
El entrenador del CD Tenerife, Raúl Agné, considera que es “muy difícil” que el proyecto de un técnico con un equipo pueda durar más de dos o tres años, pues el “desgaste” que sufre es “muy fuerte”.
El máximo responsable de la primera plantilla blanquiazul ha repasado sus dos primeros meses al frente del banquillo tinerfeño en una entrevista en la revista oficial del club, en la que ha manifestado que el desgaste de los entrenadores “es muy grande en todos los sitios”.
Raúl Agné ha argumentado que en el fútbol sólo vale ganar y, cuando se está mucho tiempo en un sitio, es difícil que no se desgaste la relación con el club, con los jugadores y con la gente.
El preparador aragonés ha afirmado que la clave para su trabajo es entender que entrenar es una pasión y que, si no lo sientes así, no puedes convivir con una profesión con mucho desgaste y en la que tienes que aceptar muchas cosas que no te gustan.
Raúl Agné ha relatado que hace dos meses su obligación era aceptar la oferta del CD Tenerife, ya que, ha añadido, es entrenador y la entidad canaria es “un club histórico al que apetece mucho venir”.
El técnico, que ha encadenado ocho partidos seguidos sin perder, ha comentado que esta temporada había visto jugar al equipo y estaba convencido de que podría ayudarlo a salir de la situación en la que se encontraba.
El entrenador ha reconocido que le ha sorprendido la “seriedad del club”, pues cumple lo que promete y “te deja trabajar muy bien en el día a día”, algo que “no todos los clubes hacen”.
Agné, además, ha admitido que también la ha sorprendido para bien el vestuario, ya que, “estando en una situación tan delicada, se ha demostrado que no es un grupo peligroso”. “Es un grupo humano con mucha calidad y yo creo mucho en la buena química de los vestuarios, en la parte humana del fútbol”, ha agregado.
En cuanto a la fórmula para salir de la situación compleja en la que se encontraba el equipo, el entrenador ha señalado que se sale “tirando” de la responsabilidad, de la exigencia y de la autocrítica.
“A partir de ahí hay que tratar de ser honestos siempre como método para dignificar la profesión; es la mejor forma de evitar la relajación y, si alguien se sale del guión, se pone a otro”, ha recalcado.