Aunque parezca lo mismo, no es igual. Lo que pasa en el PP nacional, con Manolo Fraga apostando por Rajoy y descalificando a los que descalifican al presidente, con los halcones merodeando alrededor del líder para levantarlo por los aires al primer descuido... nada tiene que ver con lo que empieza a cocerse tímidamente en el PP canario. José Manuel Soria puso todos sus huevos en la cesta de Rajoy desde el primer día, lo que necesariamente no tiene por qué ser definitivo, y quizás de eso charló este lunes en Valencia con sus compis, aprovechando que acompañó a Paulino Rivero para hablar de financiación autonómica. Aquí, los conservadores de nueva generación piden paso, de momento con esa insolente timidez que empieza a darles credibilidad.