Todo el mundo se preguntaba por la mañana dónde estaba el concejal del PP Domingo Ramírez, el único del originario grupo de gobierno que no había sido detenido a primeras horas. En declaraciones a El Espejo Canario, el ex alcalde Paco Santiago afirmó que lo había visto circulando con su coche, previsiblemente en dirección a la capital de la isla. A las redacciones de los medios llegó el rumor, a mediodía, de que ya había sido detenido, pero la realidad fue que el concejal de Servicios Municipales estaba atorrado en su casa, asombradito, sin saber qué hacer, sin abrirle la puerta a nadie ni así le enseñara la patita. La Policía, que le esperaba en la calle, no quería entrar a lo grande para evitar un numerito innecesario. Pero se fue congregando la prensa a las puertas de su domicilio, y con la prensa, la expectación ciudadana. Ramírez optó entonces por llamar a su abogado y, a continuación, entregarse sin más.