Más madera sobre el más fabuloso concurso de la todavía infante era luzardiana en Las Palmas de Gran Canaria. El flamante ganador del premio gordo, Isolux, ha empezado a pedir agua por señas. Nunca mejor dicho si de lo que se trata es a) de un proyecto de desalación de aguas, y b) de una empresa en cuyo curriculum o tradición no existe nada en absoluto que la relacione con esta actividad. Así que sus directivos, ni cortos ni perezosos, se han lanzado a tratar de llegar a acuerdos con empresas que sí son expertas en la materia. Y como resulta que esas expertas se presentaron al concurso, pues nos encontramos con la gran benefactora que los jeringó tratando de subcontratrar a las jeringadas. De momento sabemos que Isolux ha tratado de llegar a acuerdos con tres compañías. Y una de ellas, para más recochineo, es la que va a recurrir el tinglado. Si alguien entiende algo, que nos mande un correo.