No sólo son éstos días malos para la periodista Luisa del Rosario, víctima de los atropellos sectarios del PP y de su manía por dirigir las instituciones como si fueran sus fincas particulares. También lo está pasando mal el director del teatro Pérez Galdós, Rafael Nebot, que es un gestor cultural y no un cortafuegos de los partidos políticos. La decisión de despedir a Luisa del Rosario para colocar en su puesto a la esposa de Larry Álvarez le está costando un verdadero disgusto, que no sólo se traduce en la desautorización de la que ha sido objeto por parte de Soria y Luzardo, sino también por la contestación ciudadana que está generando. Más de 500 personas le han enviado debidamente cumplimentada la carta que un grupo de ciudadanos, agrupados en torno a la plataforma El teatro es nuestro (www.elteatroesnuestro.com), han preparado para exigirle que huya de las injerencias políticas. Difícil petición.