En alguna ocasión hemos sido críticos con algunas invstigaciones de la Policía. Se trata de servidores públicos sujetos a la crítica que, a su vez, también están ahí para que les felicitemos cuando hacen las cosas bien. El Grupo de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial de Las Palmas, por ejemplo, se merece un riqui-raca de los nuestros por haber resuelto de modo meteórico el caso del asesinato de un turista noruego el 28 de marzo de 2005. Es bueno que en los países emisores de turistas sepan que cuando se producen estos hechos tan execrables, la Policía actúa con contundencia y premura y la Justicia resuelve en un espacio de tiempo que puede considerarse más que razonable. Un año y pico después, el autor del homicidio, el Micaela, ya está condenado a 20 años y su cómplice a tres. Lo dicho, nuestra felicitación a la Policía y a la Justicia.