Algunos de los imputados empezaron a utilizar la técnica del mensaje a móvil, o sms, ignorando que también son captados en la observación policial, y con mucha más nitidez que las llamadas, sujetas siempre a los problemas de cobertura. El 24 de enero de 2006, Alfredo Briganty cuenta a José Ignacio Esquível las piruetas que hace Celso Perdomo para ponerse en contacto con él. “Sí, Celso me manda un mensaje, y después, por ejemplo ayer, me llamó desde un locutorio: y dice, dice, 'yo tengo miedo con el cabrón éste del Parramón, que me esté pinchando mis teléfonos. Entonces yo ya por teléfono no hablo', y se fue a un locutorio y me llamó. Pero él dice que él no cree que le hayan grabado nada, eh. Nada, dice, mira esto es el jodido e-mail [que detectó Alberto Santana en Siemenca], y bueno, el mensaje que me mandó anoce de que todo bastante bien, es que la intervención del PP en el Parlamento fue muy afortunada”.