Hay que remontarse varios años atrás para encontrar el momento en que la Consejería de Política Territorial del Gobierno, bajo el mandato de María Eugenia Márquez, financió la remodelación de esa franja de acera-aparcamientos en la recta de El Monte. Pero paralelamente corría el expediente municipal de solicitud de licencia del famoso mamotreto, un edificio de viviendas de lujo frente a la gasolinera, cuyos promotores, Saramena, presionaban para que una modificación puntual de las Normas Subsidiarias les permitiera tener un parking público. No era mala la idea, dada la escacez de aparcamientos en la zona. Pero cosa distinta es que para hacer ese parking se hayan forzado tanto las cosas, como por ejemplo los retranqueos y la afección de carreteras. Costó la licencia, pero la otorgó Carlos Sánchez.