“La Fiscalía de Canarias ha abierto diligencias para investigar ”la huelga salvaje“ de los controladores aéreos que generó el cierre del espacio aéreo en las Islas en diciembre de 2010. Lo publicaba toda la prensa aquellos días, añadiendo que por el Ministerio Público iban a tener que desfilar ”entre 50 y 60 controladores“ para explicar por qué se ausentaron de sus puestos de trabajo en aquellas jornadas que marcaron un antes y un después en sus relaciones con la empresa Aena. Dos años y medio después, las ansias de la Fiscalía General de la Comunidad Autónoma de Canarias se han venido abajo como un suflé, y la semana pasada conocíamos la noticia de que era el propio Ministerio Público el que pedía a la juez de Instrucción María de los Ángeles Zabala, de los juzgados de Telde, que archivara las diligencias porque no se aprecia la comisión de delito. Los responsables de la Fiscalía han preferido ahora guardar un prudente silencio y no hacer una ronda por las principales emisoras de radio de Canarias mostrando aquella contundencia que tanto sintonizaba con el cabreo de la ciudadanía por las jornadas de bloqueo aeroportuario que vivieron. Con demasiada frecuencia asistimos a grandilocuentes anuncios de investigaciones que acaban en agua de borrajas, y no es que consideremos que hubiera que empurar a los controladores sin hacer las oportunas diligencias de investigación, sino que sin hacerlas, no se puede ir de romería pregonando purgas antológicas. Antes habría que esforzarse, por ejemplo, por sacar adelante casos tan escandalosos como Góndola, la corrupción presunta en el Ayuntamiento de Mogán, que va camino de los siete años sin que se practiquen investigaciones o se mueva un papel. Y no olviden que ese fue el único caso de los más sonados en Canarias que no se le permitió llevar a la Fiscalía Anticorrupción.