Banff y Jasper: la puerta de entrada a las Montañas Rocosas canadienses

Amanecer en Moraine Lake. James Wheeler

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Desde Calgary, el murallón de piedra aparece como una sucesión de dientes puntiagudos que emergen de la llanura; en verano de un verde profundo y en invierno de blanco níveo. La Transcanadá corre de Este a Oeste atravesando prácticamente medio país desde la frontera entre Ontario y Manitoba. A pocos kilómetros de la ciudad de Calgary, la autopista se encuentra con la primera dificultad antes de ir a morir junto a la costa del Pacífico en Vancouver atravesando picos, valles y glaciares. Las Montañas Rocosas recorren algo más de 5.500 kilómetros desde Nuevo México hasta las inmediaciones del límite entre Canadá y Alaska. Un universo de paisajes increíbles que culminan aquí. Dicen que es el lugar más bonito del planeta. Un paraíso donde es posible ver caribús, pumas, osos, lobos, alces, nutrias, venados…

El pueblo de Banff se encuentra a 127 kilómetros de Calgary y es, de facto, la puerta de entrada a los parques nacionales de las Rocosas canadienses. Es también un buen lugar para establecer el campamento base si vienes a recorrer en coche de alquiler la famosa Ruta de Icefields. Banff también ofrece una oportunidad de bucear en el carácter de estas tierras de frontera que, hasta hace apenas un siglo y poco más, eran territorio salvaje. En la Fundación Histórica Eleonor Luxton (Beaver Street, 296; Tel: (+1) 403 762 2105) recuerdan aquel tiempo de pioneros con una exposición interesante en la que se mezclan artefactos indios y objetos de los primeros europeos que llegaron al lugar para quedarse. Otro lugar vinculado a esa historia apasionante es la Cueva Basin (cave Av, 311; Tel: (+1) 403 762 2291) un lugar precioso dónde los naturalistas del XIX dieron el primer paso para crear el primer parque nacional del país.

Los primeros turistas llegaron a Banff a finales del siglo XIX buscando el poder curativo de las aguas termales. Las fuentes se descubrieron mientras se construía la línea férrea que comunicaría la costa atlántica canadiense con la del Pacífico. Ese fue el germen de un incipiente centro turístico que, después de disfrutar de las aguas, empezó a descubrir las maravillas naturales de un paraje único. La ciudad no sólo está bien para alojarse, sino que tiene un par de sitios interesante es que ver (otro sitio interesante es el Museo de las Montañas Rocosas Whyte –con colecciones artísticas inspiradas en el lugar, objetos de las culturas indígenas y sobre los pioneros- y el Centro de Interpretación del Parque Nacional ) y es un buen punto de inicio de varias rutas de senderismo (imprescindible visitar Two Jack Lake y Minnewanka Lake) que adelantan lo que nos espera cuando nos sumerjamos en la inmensidad de las montañas.

TRANSITANDO POR LA RUTA DE LOS CAMPOS DE HIELO: Entre Lago Luise y Jasper hay 233 kilómetros de carretera.La Ruta 93 es conocida internacionalmente como la Icefields Road (Camino de los Campos de Hielo) y tiene justa fama de ser uno de los tramos de asfalto más bonitos del mundo. Antes de abandonar la Transcanadá haz dos paradas en Johnston Canyon y Lake Louise, donde podrás empezar a darle a la patilla y ver las dos primeras joyas del viaje: el propio Lake Luise y el Lake Moraine. Los dos son pequeños espejos de agua de origen glaciar que anticipan lo que nos vamos a encontrar sólo unos kilómetros más al norte. El gran Campo de Hielo Columbia, con sus más de 300 kilómetros cuadrados de longitud, es la mayor concentración de hielos de toda la cordillera y anuncia la cercanía de los extensos campos helados de Alaska. Mucho ojo en estos lugares ya que son de los más frecuentados por los osos.

Camino hacia el norte, la carretera te va dejado a la vista las mil y unas maravillas naturales del lugar. El primer encuentro con el hielo es el Lago Bow que se alimenta de las aguas congeladas del Glaciar Crowfoot. Si tienes varios días para visitar el lugar y tienes las piernas en condiciones, la subida hasta el Iceberg Lake, una pequeña laguna glaciar colgada a media altura que se nutre directamente del campo de hielo (el pequeño Glaciar Bow) y desagua hacia el Bow Lake a través de una espectacular cascada. El esfuerzo de llegar hasta allí merece mucho la pena. Desde aquí, tras pasar junto a Peyto Lake y Waterfowl Lakes, la Icefields Road se encajona entre las paredes de Mistaya Canyon uno de esos lugares de película con el río rodeado de tupidos bosques de abetos puntiagudos.

En Saskatchewan River Crossing (dónde la 93 se encuentra con la David Thompson Highway) se puede hacer una parada de dominguero gandul para ver como el río se estrecha y se expande en rápidos furiosos y tranquilos remansos o, si eres más aventurero, subir hasta Glaciar Lake a través de uno de los mejores senderos del parque. Ya estamos en los linderos del Parque Nacional Jasper. Seguimos la carretera de los hielos para hacer parada obligada junto al imponenteGlaciar Athabasca para visitar el Columbia Icefield Centre, dónde puedes aprender todo sobre el campo de hielo antes de hacer alguna de las rutas autoguiadas que suben hacia los hielos. Antes de llegar al pueblo de Jasper uno puede acercarse con el coche hasta Sunwapta Falls y Athabasca Falls (dos cascadas muy bonitas) o animarse a volver a caminar hasta Five Lakes valley, una de las caminatas más sencillas pero espectaculares del parque.

ROCKY MOUNTAIN HOUSE (Acceso por Ruta 11ª –Rocky Mountain House; Tel: (+1) 403 845 2412): Este lugar histórico, un antiguo fuerte de frontera, se encuentra fuera de los parques nacionales justo unos kilómetros antes de las primeras rampas de la cordillera. En el sitio pueden verse restos de la antigua fortificación histórica y una reproducción del fuerte y varios tipis indios. El lugar es una pasada que te va a encantar si eres un fanático de la historia en mayúscula o de las historias vinculadas con el oeste; aquí no había soldados azules, pero sí los míticos guardias montados del Canadá. Una buena manera de llegar hasta aquí es a través de la David Thompson Highway, una ruta panorámica que, para no variar por estos lares, atraviesa espectaculares paisajes.

Fotos bajo Licencia CC: Carl Mueller; Bernard Spragg. NZ; James Wheeler; Kimberly Vardeman; Uli Harder

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