Visitar Guguy: guía para ver el aspirante a parque nacional de Gran Canaria

Playa de Guguy desde el camino que baja desde el barranco de Guguy Grande

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La mejor manera de acercarse a los lindes de Guguy es a través del camino de Cuermeja. No es un sendero fácil y demanda una buena dosis de esfuerzo físico. Pero llegar hasta la Degollada del Peñón Bermejo es una de las experiencias más intensas de las que hemos tenido la suerte de disfrutar en nuestros paseos por la isla de Gran Canaria. Uno salva los últimos metros del Camino de las Vacas (Barranco de Las Canales) hasta el collado que separa la Cuenca de La Aldea de este pequeño microcosmos. Y es cómo, si de verdad, uno llegara a otro mundo. Un mundo estrecho y pequeño que, sin embargo, da cabida a uno de los tesoros naturales más importantes de Canarias. Estamos a las puertas de Guguy, un territorio que aspira a convertirse en Parque Nacional gracias a la riqueza ecológica de sus barrancos y de su mar. Un lugar frágil y, a la vez, fuerte que, gracias a la conservación y a las tareas de restauración medioambiental que se ha llevado a cabo en los últimos tiempos, está reverdeciendo. Un espacio al que uno puede acercarse de diferentes maneras: a través del senderismo o, gracias a los taxis marítimos, como un día de playa especial. Pero vayamos por partes.

La importancia de Guguy.- Decir que Guguy es un espacio virgen es mentir. Como el resto de la isla, es un lugar fuertemente antropizado (hay varios centenares de yacimientos arqueológicos, por ejemplo) que ha soportado una intensa acción humana durante los últimos mil y pico años. Pero aún así es uno de los parajes mejor conservados de Gran Canaria. Desde las alturas de montañas como la de Los Horgazos o el El Cedro (en las que se pasan los mil metros de altitud) se desploman hacia el mar una red de barrancos que crean un macizo separado del resto de la isla. Aquí no sólo podemos encontrar uno de los mejores ecosistemas de Cardonal Tabaibal de Canarias: Guguy atesora 39 endemismos insulares (36,8% del total) y 78 canarios (11,8%). Desde el punto de vista de la flora, ninguno de los parques nacionales canarios rivaliza en cantidad de especies endémicas presentes. Desde las alturas de Guguy hasta las playas, podemos ver todos y cada uno de los pisos bioclimáticos insulares de la fachada sur (pinar, bosque termófilo y tabaibal cardonal) y, en las alturas expuestas al norte, hasta pequeñas manchas de laurisilva. Y desde el punto de vista geológico es una verdadera lección de historia de la isla. Aquí afloran los materiales más antiguos y se pueden ver las formaciones más espectaculares de disyunciones columnares (verdaderas esculturas naturales de piedra volcánica) de toda la isla. Estas formaciones en forma de flores y cortinas de columnas a veces se presentan en forma de friso y ocupan cientos de metros de laderas. Es algo brutal.

Senderismo en Guguy

La mejor manera de acercarse hasta esta zona de la isla es a través de alguna de sus rutas. Nosotros recomendamos hacer el circuito completo Cuermeja-Tasartico, una de las mejores pateadas que hicimos jamás. La ruta no requiere de grandes alardes técnicos, pero sí demanda una buena preparación ya que es muy exigente desde el punto de vista físico. El sendero se inicia en Cuermeja (La Aldea) y recorre un total de 17,2 kilómetros hasta el cruce con la Carretera de Tasartico. En medio, la ruta sube por el barranco de Las Canales hasta la Degollada de Roque Bermejo, baja hasta el cauce del Barranco de Guguy Chico y vuelve a subir para volver a bajar hasta Guguy Grande, dónde se encuentra la Playa de Guguy, auténtica joya de la corona. Desde ahí el camino sube hasta el collado de Aguas Sabinas para terminar en la carretera de Tasartico. El hándicap de este sendero es la inexistencia de servicio de transporte público hasta tasartico, con lo que habrá que ir con varios coches o contratar un taxi desde La Aldea (Parada de La Aldea, Tel: (+34) 928 890 102). Por eso lo más normal es dejar el vehículo en el cruce de la carretera de Tasartico y hacer el camino de ida y vuelta por Aguas Sabinas (9 kilómetros ida y vuelta). Otra variante del sendero desde Cuermeja obvia la bajada hasta Guguy Chico y sigue por las cabeceras de la Reserva Natural hasta el pago de Medialuna para después bajar hasta la playa por el barranco de Guguy Grande. El recorrido suma 18 kilómetros kilómetros un poquito más que el recorrido anterior. Te pierdes los impresionantes palmerales de Guguy Chico, pero puedes visitar Medialuna, un curioso ‘pueblo’ de casas tradicionales y casas cueva (rodeados de terrazas de cultivo) dónde aún viven una treintena de personas.

Subir a El Cedro y Los Horgazos.- Hay otros dos senderos que se adentran en la Reserva Integral y ambos tienen como destino las mayores alturas. Desde Cuermeja se puede subir hasta la Montaña del Cedro usando gran parte del primer camino que te comentamos antes. En total son 10,4 kilómetros de ida y vuelta pasando por la Degollada de Roque Bermejo y subiendo, desde allí, a la montaña. Es un camino difícil adecuado, solo, para montañistas con un grado de experiencia en la alta montaña ya que el último tramo se realiza por una pequeña vía ferrata colocada para facilitar el acceso a los técnicos que se han encargado de reforestar el lugar. ¿Merece la pena ir? La respuesta es sí, pero si uno no sabe moverse en este tipo de terrenos escarpados es mejor no arriesgarse. La recompensa a tanto esfuerzo es poder ver uno de los grandes milagros de la recuperación medioambiental de Gran Canaria: el renacimiento de los bosques de El Cedro.

Otra subida complicada es la de la Montaña de Los Horgazos, máxima altura del macizo. Para ascender hasta Los Horgazos (u Horgazales) tienes dos posibilidades: los 3,2 kilómetros de ascensión desde Cuevas Blancas o los 5,1 desde el cruce de la GC-204. En ambos casos se trata de subidas de gran dificultad y peligrosas que sólo se aconsejan para gente experimentada en la montaña. Eso sí, llegar hasta la meseta de Los Horgazos (a más de mil metros sobre el nivel del mar) es descubrir uno de los lugares más destacados de esta parte de la isla; desde el punto de vista natural y arqueológico. Aquí se encuentran verdaderas joyas de la arqueología canaria: las minas de Horgazales. Los antiguos canarios descubrieron que desde esta meseta se podía acceder a varias vetas de obsidiana, cristal de origen volcánico con el que se pueden tallar herramientas de piedra muy cortantes. Y por eso se excavaron aquí varias minas que aún pueden verse. Los canarios dejaron también varias estructuras circulares de piedra (identificadas como adoratorios o almogarenes) en la meseta. Desde aquí las vistas son brutales. Gran Canaria adentro pueden verse hitos como el Bentaiga (el Roque Nublo queda oculto por el Pico de Inagua) y más allá de la isla parece que de un salto te pones en El Teide. De verdad que es un lugar muy especial.

La Playa de Guguy.- Gran Canaria como debió ser antes del turismo de masas… Eso es Guguy. La mejor manera de disfrutar de la playa es como premio a un par de horas buenas de caminata, pero también es posible llegar a ella en barco a través de excursiones organizadas o mediante servicios de taxi que salen desde la Playa de Tasartico y Mogán. Más allá de ser un playazo, Guguy es también una verdadera lección de geología. En el macizo se encuentran los materiales más antiguos de la isla y en los cantiles que dan al mar podemos ver los diferentes estratos de rocas y cenizas volcánicas que han ido conformando la historia de Gran Canaria desde que ésta salió del mar. No es mala idea, para los andarines, aprovechar el barco que viene a recoger a los bañistas (tipo 17.30 horas) para navegar hasta Tasartico y poder ver desde el agua los acantilados y pasar junto a la mítica Punta del Descojonado, uno de los puntos más difíciles para la navegación a vela de todo el Archipiélago.

Ver las estrellas en Tasartico.- Las noches en esta parte de la isla son mágicas. La escasa contaminación lumínica hace que los cielos sean un verdadero espectáculo. En el pueblo de Tasartico se ha instalado un pequeño observatorio astronómico donde se organizan veladas de observación y charlas. Este observatorio está gestionado por la empresa Astroeduca. En su página web puedes acceder a sus datos de contacto y ver la programación de actividades.

Dormir en Guguy.- En plena Reserva Especial está la Casita Mil Estrellas (Guguy Chico; Tel: (+34) 610 65 84 57), un lugar mágico regentado por Kiko y Gabriela. Sólo por escucharlos hablar sobre la zona merece la pena llegarse hasta acá. Y ya en Tasartico está el Camping Blue Ocean Camp (GC-204, sn; Tel: Playa de Tasartico (GC-204; Tel: (+34) 828 017 515 y (+34) 661 665 337; E-mail: info@BlueOceanCamp.com) dónde puedes descansar y relajarte después de la paliza con piscina, buena comida y ambientillo mochilero. Nosotros tuvimos la oportunidad de alojarnos en el camping y la experiencia fue maravillosa. Sólo por disfrutar de las noches estrelladas merece la pena pasar la noche aquí.

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