El 1 de julio de 2023, Euskadi acogerá el 'grand départ' del Tour de Francia. Ya lo hizo en 1992, cuando la carrera francesa salió desde Donostia y recorrió territorio vasco durante tres días en una edición que ganó el navarro Miguel Indurain. En esta ocasión será Bilbao la ciudad encargada de dar el pistoletazo de salida en un itinerario circular. Durante las dos siguientes etapas, el pelotón pasará por los tres territorios históricos y pedaleará a lo largo de 530 kilómetros antes de cruzar la frontera con Francia por la localidad guipuzcoana de Irún.
La Bilbao-Bilbao tendrá un itinerario de 185 kilómetros “cien por cien vizcaínos”, en el que los corredores tendrán que “sortear una dificultad tras otra”. La etapa tendrá un desnivel acumulado de 3.300 metros, por lo que asegura el Tour de Francia que quien se enfunde el primer maillot amarillo de la edición será un “auténtico titán”. Tras comenzar en Bilbao, la etapa pondrá rumbo al puerto de Laukiz, un puerto de 2,2 kilómetros con una media de desnivel de 6,9%. Después de coronarlo, llegarán a la localidad costera de Sopela y subirán los 3,5 kilómetros a 7,6% de desnivel del segundo puerto de la etapa: San Juan de Gaztelugatxe.
El pelotón se dirigirá entonces a Bermeo, Gernika-Lumo e Ibarrangelu, antes de enfrentarse a tres puertos más antes de llegar a Bilbao. Subirán los cuatro kilómetros del puerto de Morga y de Vivero y, a diez kilómetros de meta y tras cruzar Sondika, ascenderán Pike Bidea, dos kilómetros con una media de 9% de desnivel y tramos en los que se alcanza el 15%. Esta será la primera vez que el Tour de Francia llegue a Bilbao. Sin embargo, la organización asegura que “la ciudad constituye el epicentro de la rica historia del ciclismo vasco, cuyos talentos han contribuido a la fama del pelotón español”.
La segunda etapa saldrá desde Vitoria y recorrerá 210 kilómetros de territorio alavés y guipuzcoano hasta llegar a Donostia. El perfil de la etapa parece “falsamente cuesta abajo”, ya que comienza a 510 metros de altitud y se dirige hacia el mar. Los corredores saldrán de la capital y recorrerán varios kilómetros de la Llanada Alavesa, donde pasarán por Alegría-Dulantzi, antes de llegar a Legutio, en la cuadrilla de Gorbeialdea. De allí, cruzarán a Gipuzkoa por Arrasate y en el kilómetro 81 escalarán primero los 4,6 kilómetros con una media de 4,7% de desnivel del puerto de Udana y después el de Aztiria, de 2,7 kilómetros y una media de 5,3% de desnivel. El pelotón se adentrará así en la comarca guipuzcoana del Goierri y entrará en Segura y Zaldibia.
Tras llegar a las faldas del monte Txindoki, subirá el puerto de Alkiza, de 4,2 kilómetros y 5,8% de desnivel, para llegar desde allí a Hernani. Los corredores se acercarán entonces hacia la frontera entre Irún y Francia, pero antes ascenderán los dos kilómetros y medio del puerto de Gurutze. Para llegar a la capital guipuzcoana, los corredores se toparán con Jaizkibel, simulando —en sentido contrario, pero “con la misma dureza”— la Clásica de San Sebastián que se celebra después del Tour de Francia. “Será en Jaizkibel donde podría sentenciarse la victoria, justo antes de entrar en la capital guipuzcoana”, asegura el Tour.
La tercera y última etapa del Tour de Francia por territorio vasco volverá a tierras vizcaínas antes de cruzar la frontera con el país galo. La salida tendrá lugar en Amorebieta-Etxano y subirá los puertos de Trabakua y de Milloi antes de llegar a Lekeitio. Allí tomarán la carretera del litoral, donde “deberán superar sus pequeñas dificultades y disfrutarán de vistas fabulosas desde sus 80 km de curvas”. Así, recorrerán toda la costa guipuzcoana pasando por Deba, el puerto de Itziar, Zarautz, Donostia e Irún. El pelotón se despedirá entonces de Euskadi y cruzará la frontera con Francia. El Tour no ha anunciado aún hacia dónde se dirigirá ni dónde terminará esa tercera etapa.