Ocho miembros de las Fuerzas Armadas de Turquía, que viajaban a bordo de un helicóptero Black Hawk, han aterrizado este sábado en la ciudad griega de Alejandrópolis, apenas a 40 kilómetros de la frontera turca. Nada más aterrizar han pedido asilo político, pero las autoridades han ordenado la detención de la aeronave y de los ocupantes por entrada ilegal.
Los hombres estarían relacionados con el fallido golpe de Estado de este viernes. Según la agencia oficial de noticias, las autoridades militares planean devolver inmediatamente la nave a Turquía mientras se estudian las solicitudes de asilo. Desde el Ministerio de Exteriores turco se ha pedido a Atenas la extradición de los ocho tripulantes.