El proyecto para diseñar un test rápido contra la COVID-19, liderado por la Universidad de Oviedo, y con la participación de la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), entra en su fase final, con la integración del dispositivo y su validación con muestras reales. Con este propósito, ingenieros de la Politécnica de Cartagena, mantendrán este martes una nueva visita a la Universidad de Oviedo.
El dispositivo es capaz de detectar en tan solo 30 minutos la presencia de SARS-CoV-2 y proporcionar un resultado sencillo y fácil de interpretar. Integra de manera sencilla y con materiales de bajo coste la amplificación isoterma del material genético y su detección, para poder aunar todo el proceso de diagnóstico en una única plataforma de pequeño tamaño.
Actualmente los miembros de los tres equipos se encuentran ya en la fase de integración de los diferentes componentes y en las próximas semanas comenzarán con su validación con muestras reales, que se realizará en colaboración con Servicio de Microbiología de HUCA.
Además, tras los resultados obtenidos con esta investigación, se está avanzando en la generación de una empresa de base tecnológica (Biohmia). Esta empresa emergente pretende comercializar dispositivos para la detección no solo de SARS-CoV-2, sino también de otros microorganismos de interés sanitario, agroalimentario y medioambiental.