El Grupo Municipal de Cambia Logroño en el Ayuntamiento de la ciudad pedirá, a través de una moción que llevarán al próximo pleno, que el Consistorio logroñés se pronuncie contra la posibilidad de reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña.
Como ha explicado en rueda de prensa el concejal de Cambia José Manueñ Zúñiga, “la central nuclear permanece cerrada desde el año 2013, tras la prórroga de dos años concedida en 2011 por el Gobierno central entonces del PSOE”.
Ha recalcado que la instalación presenta “problemas bastante graves en sus infraestructuras”, entre las que ha citado grietas en el reactor o deficiencias en la refrigeración, especialmente patentes en el agua “a mucha mayor temperatura de la debida” que se vierte el río Ebro desde la central.
Una serie de problemas cuya reparación, la empresa concesionaria, Nuclenor -formada por Iberdrola y Endesa- “ha cifrado en 100 millones de inversión”, algo que haría que “para que la central fuera de nuevo rentable necesitarían más años de concesión”.
Normalmente, ha detallado, la vida útil de una de estas instalaciones sería de 40 años, “pero Garoña lleva ya 40, y ahora, el Consejo de Seguridad Nuclear, ahora con mayoría del PP, está haciendo gestiones para facilitar su reapertura”.
“Sería totalmente indecente que un Gobierno en funciones diera una concesión como ésta, que llevaría a la central a tener 60 años en funcionamiento”, ha recalcado Zúñiga, quien ha recordado “los problemas de seguridad que esto acarrearía, teniendo en cuenta además que Garoña es una central similar a la de Fukushima”.
En este sentido, y aunque ha señalado que, en el caso de la instalación japonesa, su mayor problema fue consecuencia de un maremoto, “también tenía problemas en los reactores por no refrigerar bien, y eso puede ocurrir también en Garoña”.
A ello ha sumado que la central “está a 70 kilómetros en línea recta de Logroño, por lo que tendría una afección directa de cualquier problema que pueda suceder”. Ha considerado, por ello, que “es necesario un Gobierno fuerte, con capacidad de enfrentarse a las eléctricas, porque las nucleares están cerrando en todo el mundo y aquí vamos al contrario”.
Zúñiga ha estado acompañado en la rueda de prensa por el miembro de la Coordinadora contra Garoña Andrés Barrio, quien ha señalado que “es doloroso para los que hemos luchado durante años, estar en 2016 pidiendo aún el cierre”, y ha apuntado que “esto no sería necesario si se hubiera cerrado al final de su vida útil, y no se hubiera prorrogado hasta 2013”.
Ha explicado que “en otros países, como Bélgica, Francia o Alemania, con mucha mayor potencia nuclear, o se han cerrado o se está en proceso de cerrar muchas, porque en Europa se reconoce la peligrosidad de estas instalaciones, mientras que aquí estamos hablando de reabrir una central que está obsoleta”.
Para Barrio, “son mentiras” muchos de los argumentos que se dan contra el cierre de Garoña, “porque, por ejemplo, hablaban del suministro eléctrico, y desde 2013, seguimos teniendo luz; y el precio tampoco, porque sale muy cara al tener que llevar los residuos a un cementerio nuclear en Francia”.
Ha añadido otras, como las medidas de seguridad necesarias, o la compra de combustible “que debe hacer el Gobierno”. Incluso, como ha incidido Zúñiga, “ni siquiera el empleo, porque para desmantelar la central hacen falta 20 años en los que la gente tiene que seguir trabajando y, en este plazo, hay tiempo para una reconversión”.
Por contra, Andrés Barrio ha criticado que, en España, “se está dando un bloqueo de las energías renovables, por la política desastrosa de los últimos años”. Todas estas circunstancias llevan a Cambia Logroño a que, en su moción, “se inste a la Junta de Gobierno Local y al propio pleno municipal para que se posicione contra la reapertura de Garoña”.