El fuego que se inició el pasado martes en California, afectando principalmente a la ciudad de Santa Bárbara, se ha avivado las últimas horas por los fuertes vientos. La situación obligó al gobernador estatal, Arnold Schwarzenegger, a declarar el estado de emergencia.
Centenares de hectáreas han sido consumidas por las llamas y cerca de 2.000 residencias han sido desalojadas. Según el diario 'Los Angeles Times', al menos una veintena de viviendas han quedado destruidas, , pero las autoridades prevén que el balance de destrucción aumente conforme las llamas avancen. Por su parte, 'Santa Barbara News-Press' apuntaba que alrededor de 900 bomberos trabajan en las labores de extinción y al menos dos de estos efectivos resultaron heridos al quedar atrapados en una vivienda incendiada.
“Estamos teniendo un clima muy extremo”, dijo el capitán de bomberos de Santa Barbara, David Sadecki, durante una rueda de prensa. “El fuego se está moviendo de norte a sur y se dirige hacia los vecindarios”, añadió, mientras se evitaba que las llamas alcanzasen las urbanizaciones de lujo.
Persisten las investigaciones sobre las causas del incendio, que podría ser intencionado.