Conoliva, freiduría gaditana

Actualización: Este establecimiento, a 01/07/2015, ya no existe. Una pena...

Empezamos el año en Andalucía, concretamente en Cádiz… que no que no, que no me he salido de mis predios, que Conoliva está en Malasaña, pero ofrece cocina gaditana.

Para acompañar nuestro viaje al Sur un poco de musiquita, aquí, muy propia para la ocasión (espero no estar basándome en un topicazo, mi idea es que, en Cádiz, adoran a Camarón, por lo que he visto en algunos bares del lugar, pero tal vez me confunda…) y que tarareo a menudo últimamente.

En realidad, su sede principal está en Cádiz pero están ofreciendo esta original idea, a modo de franquicia, al resto de España. Ya sabéis que yo no soy muy partidaria de las franquicias pero, bueno, me parece que esta merece la pena: por el concepto y por el contenido. Además, el propietario, por lo que nos contaron las personas que nos atendieron, es del barrio, así que un motivo extra para hablar de este establecimiento.

El personal francamente muy atento y amable, M. y yo encargamos nuestras viandas para llevar y, entre tanto, nos ofrecieron unas aceitunas aliñadas (aroma a pimentón, orégano y tomillo con sabor intenso a aceitunas de las buenas) ricas ricas.

El local está simpático, toque retro de espejos con escritos publicitarios realizados con caligrafía antigua, azulejos blancos y zona de freiduría a la vista. Música de tipo charanga, TV con imágenes de la preciosísima Cádiz (para mí la ciudad más bonita de la región) y ambiente agradable. Tienen un cartel, que podéis observar en el díptico a continuación, que pone: “Conoliva - Auténtico Freidor Gaditano – dieta mediterránea” y, luego, en inglés “Genuine Cadiz Fried – mediterranean diet”…. Ay, ay, ay, pillines, ¿por qué lo llamáis “freidor” (según la R.A.E. persona que fríe el pescado o electrodoméstico para freírlo) cuando queréis decir “freiduría” (según la R.A.E. local donde se fríe pescado para la venta)? ¿Es que no os cabía en el cartel? Y recomendaría, vivamente, que quitarais la versión en inglés, cuya traducción literal sería: “Auténtico Cádiz Frito – dieta mediterránea”. Entiendo que queréis transmitir la idea de que te comes Andalucía, pero decir que vendes “Cádiz frito” me parece un poquito excesivo, ¿no? No os lo toméis a mal, es crítica constructiva...

Las freidurías, en realidad, y a pesar de lo que dice la R.A.E., venden todo tipo de cosas fritas, no únicamente pescado. Tal vez las primeras freidurías, en el Sur, se abrieron para freír pescado, pero posteriormente fueron añadiendo nuevos ingredientes a su oferta, hasta la actualidad, donde cada freiduría ofrece lo que considera oportuno. Conoliva, además de delicias gaditanas varias, que iré desgranando a lo largo de la entrada, ofrece churros, alitas de pollo, tortilla, croquetas, verduras en tempura… Obviamente, todo frito en aceite de oliva andaluz, ¡como debe ser!

Al ver esta propuesta presentada en cono de papel inmediatamente me ha venido a la cabeza el cuppetiello napolitano, del que hablo aquí. En el Mediterráneo circulan imparables las corrientes culturales y gastronómicas y unos y otros se influyen llegando a encontrar ofertas francamente similares a orillas del mismo bastante distantes entre sí. Es curioso y es bonito que sea así, ¿no? Los conos que ofrecen se presentan en tres tamaños L, XL y XXL.

Bueno, vamos a lo que vamos. Para beber proponen cerveza, española y alemana, Coca Cola y Botella de Rioja. Declinamos la oferta, pues tenemos en casa vino blanco de uva fiano de Benevento (Campania – Italia), de la bodega DeLucia y comprado en BocconciniBocconcini, que realmente va perfecto para una propuesta gastronómica centrada en pescado y verduras. Este vino tiene un ligero matiz afrutado, fresco y es delicadamente alcohólico, nada invasivo, sin duda un buen acompañante para estas frituras.

De primero elegimos un cono L con surtido de croquetas (3 €). Incluye croquetas de espinacas, de chorizo y de morcilla. Probamos las 2 de espinacas y están sabrosas; aunque la bechamel no sea excesivamente suave, están muy bien fritas y resultan agradables. Luego las 2 de chorizo (que a mí me daban miedito porque no soy una gran aficionada a este embutido), el sabor de chorizo era leve, se notaba especialmente su ahumado y no su pimentón, por lo que resultaba una croqueta sabrosa y no excesivamente potente. Y, finalmente, 3 de morcilla y, ¡oh sorpresa!, no tiene nada que ver con mi concepto de morcilla, la típica de León o la de Burgos, es una morcilla andaluza, más roja, con un sabor más delicado y, curiosamente, un toque, creo, de anís, como unas longanizas blancas que hacen en Murcia, resulta aromática y agradable.

Continuamos con otro cono L de cazón en adobo (3 €). Ay, ¡qué rico es el cazón en adobo, me encanta, me requeteencanta y más! Y en Conoliva te lo ofrecen francamente bueno. Su textura firme y fina, sus aromas a hierbas y pimentón, su fritura suave y delicadamente crujiente, ¡delicioso! El cazón, para el que no lo sepa, es un tipo de tiburón pequeñín, buena gente, educado y, como acabo de comentar, sabroso cuando se le adoba adecuadamente. ¡Buenísimo!

Seguimos con un cono L de patatas fritas con alioli (1,50 €), las patatas nada especial, el alioli bueno, en su punto de ajo y textura no excesivamente aceitosa. Y en ellas vienen los Humberts Boys, Humbert II, como siempre, durmiendo y Humbert I, con sus máximas, me dice “la sinceridad es dañina”. Yo le digo, “más dañina es la mentira”. Él rebate “la mentira y la hipocresía son necesarias y menos dañinas que la sinceridad”. Respondo, “¿tú crees?”. Se le pone la voz ronca de macho cabrío, “sí, lo creo firmemente”. “Bueno, es tu opinión. Yo soy sincera aunque duela (más o menos).” Se va a toda prisa y, como siempre, ofendidísimo. Ye lo que hay.

También elegimos un cono L de surtido de verduras en tempura (3 €), realmente no logro distinguir muchas veces lo que es una tempura de un simple rebozado de harina, huevo y agua ligero… pero, sea como sea, la propuesta de verduras (pimiento verde, rojo, calabaza, zanahoria y berenjena) en tempura era sabrosa, delicada y leve. Muy recomendable.

Finalmente, nos decantamos por un cono XL de calamares (6 €). Estaban correctos pero no eran destacables, aconsejaría, sin duda, tomar más cazón y menos calamares. La fritura resultaba excesivamente crujiente y dejaba el calamar un poco seco.

De postre creo que tenían tocinillo de cielo de San Fernando, pero nosotros preferimos escoger solo salado. Un dulce después de tanto frito hubiera sido matador.

En resumen, Conoliva ofrece una variada y rica oferta de ingredientes sabrosos, con diversos rebozados y excelente fritura. Este sitio está muy bien para comprar un cono y llevártelo por la calle en plan picoteo (al lado está la Plaza de San Ildefonso y sus disputadísimos bancos…). El trato es muy agradable y la relación calidad-precio es excelente. Muy recomendable.

P.S. Me quedé con ganas de probar las tortillitas de camarones que les mandan directamente, desde Cádiz, unas señoras que las preparan en dicha ciudad, pero no tenían. Bueno, siempre está bien que quede algo pendiente para volver…

Conoliva, Calle Barco 45, Tel. 91 521 12 67. Horario general: de lunes a domingo de 12.00 a 16.00 y de 18.00 a 24.00. Web: http://www.conoliva.com/. Facebook: https://www.facebook.com/pages/Conoliva-Malasa%C3%B1a/766214880082499?fref=ts