El brownie es uno de esos dulces muy fáciles de preparar al que pocos golosos se pueden resistir, especialmente si somos muy chocolateros. Con esta receta de brownie de calabacín podernos darnos el capricho con una versión más ligera, apta para veganos, sin huevo y sin lácteos.
El calabacín se oculta totalmente en la masa y no deja ningún sabor extraño, pero ayuda a mantener la miga húmeda y jugosa, tal y como yo espero que sea un buen brownie. Esta receta no es excesivamente dulce pero sí muy sabrosa, con el inconfundible sabor a chocolate.
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar o forrar con papel sulfurizado un molde cuadrado de unos 20 cm de lado. Lavar bien los calabacines y cortar un extremo. Rallar con un rallador grueso hasta obtener 220 grs. Escurrir ligeramente sobre un colador para retirar parte del agua.
Mezclar con unas varillas el azúcar con el aceite. Añadir el calabacín y el cacao en polvo, mezclando bien. Agregar la harina, la harina integral, el bicarbonato y la sal, y trabajar todo junto hasta obtener una masa homogénea sin rastros secos.
Incorporar chips de chocolate o chocolate troceado al gusto, repartiéndolo bien por toda la masa. Verter la masa en el molde, igualando la superficie, y hornear durante unos 40 minutos, hasta que al pinchar con un palillo en el centro salga ligeramente manchado. Dejar enfriar antes de cortar.
Una vez frío, cortaremos este brownie de calabacín vegano en porciones cuadradas más o menos del mismo tamaño. Al no ser tan dulce es perfecto para tomar en el desayuno o la merienda, con un buen vaso de leche o de café. También es perfecto para esos antojos dulces que tenemos a veces entre horas cuando necesitamos una dosis extra de energía.