El túnel de conexión del Cercanías de Sol con Gran Vía sigue sufriendo retrasos. Si en verano el hallazgo del histórico ascensor de Antonio Palacios aventuraba un retraso en las obras, ahora es la seguridad ante las lluvias de otoño e invierno la que provocará que, muy probablemente, la nueva infraestructura no esté lista para ser inaugurada antes de las elecciones de mayo, como inicialmente estaba previsto.
La noticia la adelanta El Mundo, que publica las conclusiones de un estudio efectuado en verano que alertaba de la posibilidad de colapso del nuevo túnel y de afecciones a edificios colindantes si se producen abundantes lluvias durante el otoño y el invierno. Según diversos estudios encargados por el gobierno regional, el riesgo podrá minimizarse utilizando maquinaria más pequeña para la apertura del túnel de conexión entre Gran Vía y Sol.
La Comunidad de Madrid ha decidido sumar el coste de esta actuación (3.496.000 euros) a los 3.759.000 euros de la licitación adjudicada a Sando para las obras. La constructora se adjudicó los trabajos presentando una oferta el 40% inferior a la inicialmente licitada. Ahora, el precio de la obra subirá hasta los 7.255.000 euros, frente a los 6.289.000 euros inicialmente previstos.
Ante el cambio de planes de obra, el gobierno regional ha sustituido el plazo de finalización de las obras. Si inicialmente hablaban de que se acabarían “en el primer semestre de 2019”, ahora explican que los trabajos estarán completados “a lo largo de 2019”.