Navarra dejará de financiar el Bachillerato en los colegios del Opus Dei que segregan por sexos

Rodrigo Saiz

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Navarra dejará de financiar el ciclo de Bachillerato en los dos colegios del Opus Dei que segregan por sexo en las aulas a partir del próximo curso. El Departamento de Educación ya le ha comunicado a los centros Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín que no se les renovará el concierto, que finaliza el próximo mes de agosto, al considerar que “no cumplen los requisitos” por separar por género en las aulas e incluso por centros, ya que los colegios están separados por varios kilómetros y situados en barrios distintos de Pamplona: los chicos en Irabia y El Redín y las chicas a Izaga y Miravalles. 

Los dos centros del Opus Dei se comprometieron en marzo de 2022 a crear aulas mixtas en Bachillerato para así optar a la subvención de este ciclo educativo. Sin embargo, una inspección de Educación al inicio del presente curso escolar detectó que ambos centros seguían segregando por sexos, por lo que les traslad que estaban incumpliendo la Lomloe. Según informan desde Educación, los dos colegios presentaron sus alegaciones, que tras ser valoradas, han “sido rechazadas”. “En el mes de diciembre pasado se remitió a los citados centros una propuesta de resolución de extinción del concierto educativo en la etapa de Bachillerato concediéndoles un nuevo plazo para la presentación de alegaciones”, añaden.

Se sigue financiando en Primaria

Una situación similar se vivió el curso pasado con estos dos mismos centros escolares, pero en el ciclo de educación Primaria. De igual manera, ambos colegios se habían comprometido a mezclar estudiantes para recibir más de 12,5 millones de euros por curso. Entonces tampoco cumplieron lo prometido y únicamente crearon aulas mixtas en el primer curso de Primaria, segregando por sexos en el resto de cursos de esta etapa educativa. El Ejecutivo de María Chivite también estudió eliminar los conciertos, pero finalmente optó por aplicar una prórroga de la financiación recogida en la Ley Foral 17/2012 que permite garantizar “la continuidad del alumnado actualmente matriculado en estos centros hasta la finalización de las etapas educativas obligatorias que estén cursando”, es decir, segregado y concertado.

La decisión fue la respuesta a un informe del Servicio de Inspección Educativa en el que se apuntaba que la red de centros públicos no tiene capacidad ni por número de puestos escolares ni por espacios, para atender a todo el alumnado de ambos colegios en el modelo y programa lingüístico elegido. De esta forma, se optó por mantener la financiación pública siempre y cuando los centros mantuvieran este modelo progresivo que consiste en que el alumnado de primero de Primaria que ya ha comenzado el ciclo escolar con aulas mixtas continúe con este modelo hasta finalizar sexto de Primaria haciendo que en el plazo de unos años todo el ciclo de Primaria sea con aulas mezcladas.

El caso de Bachillerato es completamente distinto al tratarse de un ciclo educativo que no es obligatorio como lo es Primaria, por lo que una vez recibidas las alegaciones, Educación ha podido eliminar la financiación pública sin mayores dificultades a partir del próximo curso.

A este respecto, el pasado mes de noviembre el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) pidió al Tribunal Constitucional que aclarase si es “discriminatorio” dejar de financiar con dinero público los colegios que segregan por sexos en las aulas planteando una cuestión de inconstitucionalidad respecto a la Lomloe, la nueva ley de educación que fue aprobada a finales del 2020, al considerar en dos autos que esa norma puede ocasionar “un trato discriminatorio” a esos colegios en relación a los centros educativos que desarrollen el principio de coeducación.