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Los conservatorios navarros: una polémica que suena desde hace diez años

Nervios, cruces duros de reproches y tensión. El día a día en los conservatorios Superior y Profesional de Pamplona es difícil de sobrellevar. La interinidad de los profesores, las dificultades de acceso de las nuevas generaciones a las listas de docentes y la falta de una convocatoria de empleo público han provocado un malestar enquistado en estos centros, que afecta a todos sus estamentos, desde los profesores a la dirección o el propio alumnado. Y el problema es que esta situación es la misma desde, al menos, diez años. Todas las partes parecen de acuerdo en que la única solución es que, de una vez por todas, se convoque una Oferta Pública de Empleo que permita relanzar la calidad de estos centros navarros, pero no hay acuerdo en las razones de por qué esto no ha sido posible. Hay quien acusa al Departamento de Educación de mirar hacia otro lado y quien culpa a los profesores interinos de poner pegas al proceso. Sea como fuere, la música que suena en los conservatorios es la misma: que este problema es insostenible.

El debate ha resurgido después de que Afapna, el sindicato para la defensa de los trabajadores de las administraciones públicas de Navarra, denunciara esta semana a través de un comunicado el “oscurantismo” en las listas de profesorado de los dos conservatorios, y acusaran a Educación de actuar a espaldas del profesorado. Y recordaron al consejero del ramo, José Iribas, que su último compromiso sobre las listas de contratación, de donde salen los docentes que pueden dar clases en estos centros, era solventarlo a través de una OPE. Si no es así, Afapna advirtió: puede haber “huelga”.

En la actualidad, Navarra cuenta con tres conservatorios: el conservatorio de Tudela, que es municipal; el conservatorio Profesional de Música Pablo Sarasate (para un alumnado de 12 a 18 años, que por tanto es como si estudiara ESO o Bachillerato); y el Superior de Música de Navarra (que viene a ser como la Universidad, de 18 a 24 años). Los dos últimos, aunque independientes, están conectados, puesto que hay profesores funcionarios (algo menos de una veintena) con plaza en el Profesional que, por comisión de servicios y no porque se haya convocado el concurso de cátedra necesario para acceder al Superior (algo que debe hacer el Ministerio), dar clase en este último. Así, sus puestos en el Profesional son cubiertos por personal interino. Sin plaza, en unos centros que, cabe recordar, son públicos.

La interinidad en ambos centros ha llegado a unos porcentajes que tanto unos como otros consideran insoportables. En el Profesional, que cuenta con 69 docentes en el curso de 2014 a 2015, 33 de ellos son funcionarios y 36 interinos; en el Superior, con 77 docentes, únicamente 25 son funcionarios. ¿Y por qué se ha llegado a una interinidad que supera el 52% y el 67%? Ahí surge el debate, pero el gran punto de discusión son las listas de profesorado.

Unas listas “bloqueadas”

Por un lado, hay unas listas que incluyen, además de la presentación de títulos, unas pruebas de destreza musical y didáctica y que se conformaron en 2010 y, por otro, unas listas de veinte especialidades docentes que no se han renovado desde 2005 y que en su momento no tuvieron esas pruebas, ya que estas se recuperaron en 2009. Hasta aquí los datos. El director del Conservatorio Superior, Julio Escauriaza, reconoce el “bloqueo” de esta situación y lamenta que haya estudiantes que podrían optar a ser profesores pero que, ahora, no acceden a las listas y, por tanto, acaban buscando trabajo en otras comunidades.

La versión más crítica de este problema con los interinos les culpa de poner pegas tanto a las pruebas como a la renovación de estas listas (ha habido varios intentos, fallidos, de hacerlo en 2011 y 2012) y, por tanto, de cerrar las puertas de acceso a la docencia de nuevos profesores. Desde el sindicato ELA, mientras, acusan a los directores de los centros de no querer renovar las listas sino, directamente, eliminarlas para poder introducir a nuevos profesores y así prescindir de interinos que, por así decirlo, no les convencen. Sin embargo, estas fuentes recuerdan que los nuevos profesores sí pueden acceder a las listas, el problema es que sería difícil que llegaran a dar clase.

En cuanto a cómo percibe este problema el alumnado (donde también hay discusión: el colectivo de alumnos firmó una carta quejándose al Defensor del Pueblo pero, después, como este jueves se abordó en el Consejo Escolar, reconocieron “dudas”), uno de los padres presentes en el Consejo Escolar, con dos hijos en el Profesional, lamenta que una de ellas ya le he pedido volver a la escuela de barrio donde estudió música: “Algo falla cuando pasa algo así”. Para este padre, es necesario renovar las listas de profesorado con un proceso que garantice la calidad musical, didáctica y su carácter “motivador”. Tres características que, en su opinión, no siempre están garantizadas en la actualidad, algo que contrasta con “el alto nivel de exigencia que se pone al alumnado para acceder a estos centros”.

“No debe haber más parches”

¿Y cómo afecta esta situación al profesorado? El grado de interinidad es tal que muchos se enteran cada año de si tendrán trabajo el próximo, y durante cuántas horas. A través de una carta, estos docentes ya criticaron que desde la dirección se pretenda, cada año, que pasen unas pruebas pese a haber demostrado su valía durante la docencia diaria. El catedrático Raúl Madinabeitia, que da clases en el Superior desde 1982, no es uno de estos casos de profesores interinos, pero sí comparte su punto de vista. Y culpa directamente al Departamento de Educación de su “nula gestión”: “No debe haber más parches, sino consolidar la plantilla”. Y eso pasa por permitir el acceso a cátedra en el Superior y, con las plazas disponibles en el Profesional, iniciar una OPE. Algo que, en Navarra, parecen palabras mayores.

A este respecto, el director del conservatorio Profesional Pablo Sarasate, Asier Peláez, reconoce el retraso sufrido en este proceso, que atribuye a que los más de 500 centros educativos que debe gestionar el departamento, frente a los tres conservatorios. Ante la dificultad para resolver este conflicto, con acusaciones por un lado (del profesorado a la dirección) de intentar ‘colar’ a nuevos docentes y reproches por el otro de presionar para mantener la situación como ahora, esta OPE parece la única solución factible. Así estaba acordado aunque, por el momento, no haya novedades sobre su convocatoria.