El PP abre un cisma en las víctimas del terrorismo por usarlas contra la Ley de Memoria Democrática

Aitor Riveiro

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El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha reunido este jueves con 19 asociaciones de víctimas del terrorismo. Una cita que no estaba anunciada por el partido, pero que el propio Feijóo ha confirmado esta mañana en una entrevista en Telecinco. El motivo oficial de la convocatoria era el de “reivindicar el Espíritu de Ermua” en la semana en la que se ha cumplido el 25º aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de ETA. Pero en un comunicado posterior remitido a los medios, el PP señala que “esta reunión se produce, además, en el día en que se debate en el Congreso la Ley de Memoria Democrática, pactada entre el Gobierno y Bildu, formación que sigue sin condenar el terrorismo”.

A la reunión con Feijóo en el Congreso, pese a que el líder del PP es senador, no han asistido algunas de las asociaciones más importantes en número de asociados y presencia mediática. Incluso algunas víctimas, a título individual, han rechazado en público lo que han considerado una utilización de los atentados terroristas en el debate sobre el estado de la nación y para atacar la Ley de Memoria Democrática.

El propio Feijóo reconocía en una entrevista en Telecinco que el objeto de la reunión con las víctimas del terrorismo no era hablar sobre ellas, sino sobre la norma que se enviará este mismo jueves al Senado. “¿Qué le explicamos a esta gente? ¿Esta gente realmente va a dar el visto bueno a esta ley de desmemoria democrática? ¿Le explicamos a esta gente que Bildu, coautor de la ley ni siquiera condena los asesinatos de sus familiares? Así no se construye, se destruye”, ha explicado el presidente del PP.

Feijóo ha faltado a la verdad al menos dos veces en la entrevista. “Después del Espíritu de Ermua estábamos todos comprometidos a una política antiterrorista clara, a no dar privilegios penitenciarios a los presos de ETA y no aceptar homenajes a los terroristas”. Pero el líder del PP ha obviado que su predecesor en el cargo, José María Aznar, no solo acercó presos de ETA al País Vasco o permitió que salieran de la cárcel en régimen de tercer grado, sino que un año después del secuestro y asesinato del concejal de Ermua abrió una negociación con la organización terrorista.

El líder de la oposición también ha dicho que iban a asistir “todas las asociaciones”. “Pocas veces hemos tenido ocasión de sentarnos en la misma mesa más de 20 asociaciones”, ha asegurado. Pero la realidad es que no han ido todas. El PP ha informado de la asistencia de 19, algunas de ellas muy minoritarias. Y ha pasado de puntillas sobre las ausencias, algunas muy relevantes.

Entre las asociaciones que no han ido se encuentran la Fundación Víctimas del Terrorismo, que cuenta en su patronato con Ángeles Pedraza (expresidenta de la AVT y a quien Isabel Díaz Ayuso situó como gerente del 112), Francisco Tomás y Valiente o Gorka Landaburu, entre muchos otros. La Fundación representa de hecho a diferentes organizaciones y aglutina a miles de socios.

Tampoco ha asistido COVITE, presidida por Consuelo Ordóñez, hermana del dirigente de PP vasco asesinado por ETA en 1995). Ordóñez mostró este miércoles su repudio a la utilización en el Congreso por parte del PP de la memoria de las víctimas del terrorismo, y en concreto del lazo azul que Gesto por la Paz constituyó en un símbolo contra la violencia política en Euskadi.

También en redes se han posicionado otras víctimas. La hija de Juan Mari Jauregi, que fue gobernador civil de Gipuzkoa con Felipe González, asesinado por ETA en el año 2000, denunció el uso del lazo azul y reclamó expresamente a la secretaria general del PP y portavoz en el Congreso que “respete a las personas que sufrieron amenazas, agresiones, etc. por portar aquel símbolo de libertad frente a ETA”. “No os apropiéis de él para protagonizar campañas de fines muy distintos para el que fue creado”, zanjó.

En términos similares se ha pronunciado Rosa Lluch, hija del exministro de Sanidad Ernest Lluch, también asesinado por ETA en el año 2000. Lluch incluso ha agradecido las palabras de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, quien en la tribuna del Congreso dijo: “Queremos trasladar nuestro pesar y dolor a las víctimas de ETA. Nada de lo que digamos puede cambiar el pasado, pero la memoria y el respeto puede aliviarlo”.

Tampoco han asistido representantes de la Asociación 11M Víctimas del Terrorismo, que además ha denunciado expresamente “la utilización de las víctimas del terrorismo como argumento para oponerse al proyecto de Ley de Memoria Democrática”.

Entre las asociaciones que sí han ido están, entre otras, la AVT, la Asociación Dignidad y Justicia, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril o la Fundación Miguel Ángel Blanco, entre otras.