Podemos reafirma su rechazo a la ley acordada por Junts y el PSOE para transferir las competencias de inmigración a Catalunya, uno de los compromisos que los independentistas arrancaron al Gobierno al inicio de la legislatura para seguir manteniendo su apoyo parlamentario.
La ley se toma mañana en consideración en el Congreso pero no saldrá adelante porque Podemos insiste en que votará en contra. El partido ha endurecido el tono contra un texto que califica de “racista y de extrema” derecha en su exposición de motivos y que “normaliza el racismo institucional”. “Podemos se opone frontalmente a un texto que valida el racismo institucional”, ha dicho el portavoz del partido, Pablo Fernández, en una rueda de prensa, en la que ha pedido cerrar los CIE y acabar con las redadas racistas y no que esas cuestiones las gestionen otras instituciones.
Informa Alberto Ortiz