La ministra de Sanidad, Mónica García, ha comparecido este jueves en la comisión del Senado para dar cuenta de las líneas de actuación de su departamento. Durante su intervención, García se ha detenido en la corrupción sanitaria, cuando se cumplen cuatro años de la declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria por la covid-19. “Excepto en contadas y bochornosas ocasiones, se mostró el mejor espíritu del pueblo español: el de la solidaridad, la generosidad y el apoyo mutuo”, ha dicho.
Con el 'caso Koldo' y el fraude a Hacienda de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que denuncia la Fiscalía, la ministra se ha detenido en esas “contadas y bochornosas ocasiones”. “No se me caen los anillos por decir que toda esa pandilla de sinvergüenzas merece todo mi desprecio y deseo que recaiga sobre ellos todo el peso de la ley y que nunca más se acerquen a un solo céntimo de euro público. Me da absolutamente igual de dónde vengan, de quién sean familiares, a quién voten o a dónde pertenezcan”, ha afirmado.
García ha recordado que España avanza ya hacia su integración en la Red europea contra el fraude y la corrupción sanitaria y en la creación de un Observatorio contra estos delitos. Además, “para evitar que vuelva a hacerse negocio con nuestra salud”, la ministra ha señalado que es necesario “blindar el Sistema Nacional de Salud de cualquier recorte”, crear la Agencia Estatal de Salud Pública y “controles mucho más rigurosos”. “Es vital señalar que la vulnerabilidad ante la corrupción de nuestra sanidad se intensificó tras una década de austeridad severa”, ha apuntado.
Informa David Noriega