🎙 PODCAST | El último giro de Pedro Sánchez: claves de una decisión arriesgada
Espacio de opinión de Canarias Ahora
A propósito del Festival de Música de Canarias, el Sr Nino Díaz pedía un “debate de altura” sobre la conveniencia de cambiar la política del Festival. Pues bien, creemos que ese debate debería empezar por analizar los objetivos que se han marcado, es decir, promover una discusión sobre lo que se pretende con el nuevo proyecto para los sucesivos festivales y las razones -sin resentimientos ni populismos- por las que habría que cambiarse el modelo anterior.
Leyendo los variados artículos de los partidarios del nuevo modelo de festival entendemos que sus propuestas se centran en alcanzar TRES objetivos:
Trataremos de analizar y rebatir brevemente estos tres aspectos:
Gracias a la subvención pública las entradas se hacen accesibles, al menos equiparables a las localidades para ver figuras de primera línea de la música popular (cualquier aficionado paga cantidades parecidas para ver a Beyoncé o a Serrat o a U2), cuyas cuantías no se cuestionan.
Así que respecto al giro pedagógico que con tanta buena voluntad propugnan el Sr Díaz y sus allegados, podemos afirmar por experiencia que se debería empezar por enseñar música desde la base, en colegios e Institutos, y que ya en el Conservatorio, los profesores propusieran, animaran y ofrecieran alicientes para que sus alumnos asistieran al mayor número posible de los eventos musicales que se celebran en la ciudad.
El criterio de que hay que hacer hueco a los canarios simplemente porque lo son -y movido muchas veces por intereses clientelistas- ha hecho enorme daño a muchas de nuestras instituciones culturales que a través del tiempo no han conseguido salir de la mediocridad.
Lo cierto es que no entendemos ese interés por cambiar algo que funciona, algo como el Festival de Música de Canarias que está asentado, es apreciado y bien acogido por la sociedad canaria, que es, además, un atractivo turístico de primera línea (para ese tan ansiado “turismo de calidad”) y que llena la programación musical de los meses de enero-febrero cuando ninguna otra institución europea programa un Festival de Música Clásica en ese período.
¿Por qué cambiar un Festival que ha funcionado adecuadamente más de treinta años? ¿Un festival que a lo largo de estas décadas ha adquirido solera y renombre internacional que lo sitúa entre los Festivales más cotizados del mundo?
Aunque haya tenido algún bache sonado en la etapa de 2007 a 2009, lo cierto es que su última directora, pese a las reducciones presupuestarias consecuencia de la crisis, consiguió felizmente remontar el descalabro, recuperando abonados, extendiéndolo a las otras islas y llenando, a pesar de la reducción de presupuesto y de su propio sueldo.
Esas preguntas nos las hacemos muchas y muchos. Porque es de sentido común pensar que las cosas que funcionan bien no hay por qué cambiarlas, y que a las directoras que trabajan y dirigen bien tampoco hay que despedirlas. Claro, salvo que haya intereses espúreos o resentimientos ocultos o –peor aún- que deliberadamente se quiera llevar este evento tan importante para la imagen de las islas a la irrelevancia.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
Buscar post
0