Una consultora cifra el impacto económico de la Copa del Mundo en Gran Canaria en 93 millones

El presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Saez, el consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna, y el director de Estrategia y Desarrollo de la Federación, Pascual Martínez. EFE/Elvira Urquijo A.

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

El impacto económico total estimado de la Copa del Mundo en la sede de Gran Canaria asciende hasta los 93,07 millones de euros, según ha explicado este martes Pascual Martínez, director de Estrategia y Desarrollo de la Federación Española de Baloncesto (FEB) en el acto de presentación de los resultados socioeconómicos del paso del Mundial en la Isla en el que también estuvieron el presidente de la FEB, José Luis Sáez, y el consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna.

Agárrense porque vienen números y variables sobre estos beneficios. Si desmenuzamos estos más de 93 millones de euros, 82,9 son del impacto económico bruto total. Esta cifra incluye el impacto económico directo , el impacto económico indirecto y el gasto interno. Así, hay que recordar que la asistencia en Gran Canaria fue la más baja de todas las sedes del Mundial, con la excepción de Sevilla, con algo menos de 60.000 y unos 16.500 asistentes únicos. De estos, el 56% fueron locales, el 10% provino del resto de España y el 34% restante provinieron del extranjero, siendo 3.000 lituanos, 2.000 eslovenos y 500 del resto de países. El gasto total de los asistentes al Gran Canaria Arena fue de unos 6,6 millones de euros, de los cuales 6,1 tiene el origen en estos visitantes extranjeros y los 0,5 restantes de los espectadores españoles no locales. A ello hay que añadirle en el impacto económico directo el gasto del Comité Organizador Local de 0,5 millones de euros y los 0,9 millones aportados por el resto de skateholders (medios de comunicación, 0,3 millones, patrocinadores, 0.3 millones, equipos 0.2 millones y otros gastos 0.1 millones), para un total de 8 millones de euros.

Los espectadores no locales gastaron aproximadamente 2,4 millones de euros en alojamiento, 1,9 en el sector de la restauración y 1,6 en ocio compras y otras actividades. Martínez también expuso que a estas cifras, calculadas por la consultora Deloitte, habría que añadir que el 60% de los aficionados llegados a Gran Canaria se quedaron en la Isla, lo que generó “un impacto que no se tiene medido”. A ello le añadió un dato cualitativo ya que el 98% de los visitantes encuestados afirmaron que el evento había sido percibido de manera positiva y que el 92% también afirmó que volverían a Gran Canaria.

En cuanto al impacto económico total indirecto e inducido, que es el dinero que ha dejado en la economía isleña en la creación de puestos de trabajo o contratación de servicios, esto sumó un total de 0,8 millones de euros. También han sumado a estas cifras el gasto interno, en el que la construcción del pabellón se lleva la palma con 68 millones de euros. Respecto al gasto de los patrocinadores locales (2,8 millones) y el comité local (3,3 millones), hacen un total de un gasto bruto que asciende hasta los 82,9 millones de euros. Martínez ha indicado que la cifra total del evento en todo el país dejó un gasto bruto de 402 millones de euros, valorando los datos de la sede canaria como “tremendamente positivos”. El hecho del pabellón ha sido vital para ser la sede con el mayor retorno económico total, y sin él, Martínez ha explicado que se ha tenido el mismo impacto que Sevilla y situándose por detrás de Granada y Bilbao, ciudad en la que estuvieron las selecciones de Finlandia y Turquía, las cuales desplazaron muchos aficionados.

Por otro lado, la FEB ha contabilizado también el valor de la campaña de promoción de Gran Canaria gracias a la Copa, lo que se mide con la presencia televisiva. El nombre Gran Canaria fue visible durante un total de 93 horas y 31 minutos, lo que generó un valor publicitario equivalente a 5,75 millones de euros, que descontando el criterio de calidad se queda en 1,37 millones de euros. Por tanto, si se suma el impacto económico directo (8 millones de euros), el impacto económico total indirecto (0,8 millones de euros), los 82,9 millones de euros de gasto interno y el valor publicitario equivalente en medios (1,37 millones de euros), la Federación ha señalado que el impacto económico total estimado en la celebración del Mundial en Gran Canaria es de 93,07 millones de euros.

Por su parte José Luis Sáez dejó abierta la posibilidad de que la Isla repita la sede en la Copa del Mundo femenina que se celebrará en 2018. Sobre esta opción aseguró que Gran Canaria, junto a otras 11 sedes, podría ser una de ellas. Por el momento adelantó que la Federación “está trabajando y analizando cuál es el mejor modelo de competición para tomar decisiones en uno o dos meses”, y tras  haber alabado a Gran Canaria durante la rueda de prensa, sostuvo que “la  incertidumbre que teníamos con Gran Canaria ya no existe”, por lo que no descarta “nada” en alusión a que la Isla acoja a una de las grandes selecciones.

Mientras, Lucas Bravo de Laguna volvió a reincidir en que la Copa del Mundo y la construcción del Gran Canaria Arena permitió organizar eventos paralelos, entre los que recordó el partido entre Estados Unidos y Eslovenia que dejó una repercusión de 18 millones de euros. Sobre la próxima Copa del Rey, el presidente de la FEB reconoció que hay expectación en esta sede y la fiesta que pueden organizar los aficionados amarillos ya que afirmó que “si cuando están fuera montan la fiesta, no me puedo imaginar lo que son capaces de hacer aquí para animar a su equipo”.

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