Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
PELICULAS QUE DEBES VER SI PASAS POR SITGES 2014. KAWAKI
La pasada semana, el ya mítico pero aún denostado festival de cine fantástico de Sitges abrió, de nuevo, sus puertas para todos aquellos que disfrutamos con “otro estilo” de hacer y ver cine, tan válido y atractivo como lo pueda ser el resto, por mucho que los sesudos críticos digan lo contrario.
Aquí les dejo con algunas recomendaciones para quienes tengan el espíritu un poco más inquieto.
Cuando se habla de gente sin moral, de sociópatas que no se rigen por ninguna de las reglas que nos permiten vivir, a trancas y barrancas, dentro de la sociedad establecida por los seres humanos, siempre se suele recurrir a las mismas instantáneas. Desde dictadores dementes, pasando por líderes religiosos apocalípticos y terminando por iluminados de todo tipo y condiciones, tan sangrientos como desmedidos, las imágenes suelen ser las mismas.
Sin embargo, ¿qué me dirían si les dijera que detrás de un angelical y juvenil rostro se esconde la esencia misma de una sociópata, una persona sádica y manipuladora, capaz de prostituir todo aquello que cae en sus manos sin sentir ningún tipo de remordimiento? ¿Me dirían que exagero?
Pues siento decirles que personas así existen y que el personaje sobre el que gira Kawaki, la última película del director japonés Tetsuya Nakashima, Kanako Fujishima (Nana Komatsu) es un monstruo mucho más destructivo y peligroso que el mítico Godzilla.
Kanako es de esas personas que ignora las reglas a las que se hacía mención unos párrafos más arriba pero, por extraño que pueda parecer, nada ni nadie se había dado cuenta del verdadero rostro de la adolescente. Bueno, puede que su padre, el exdetective Akikazu Fujishima (Kôji Yakusho) si tuviera alguna que otra duda sobre la moral de su hija pero tampoco es que su ejemplo como progenitor fuera el más adecuado.
Al final y no sin antes darle unas cuantas vueltas al asunto Akikazu Fujishima responderá a la llamada de su ex-esposa, una vez que ésta la llame para contarle que Kanako ha desaparecido y, al hacerlo, se embarcará en una suerte de búsqueda hasta el corazón mismo de la bestia, en este caso, su hija, ese ser que escondía demasiados secretos, turbios, extremos y carentes de cualquier empatía para con sus semejantes.
Si quieren saber cómo es el mal que se esconde tras los penetrantes ojos de Kanako Fujishima, siéntense bien y sujétense, que vienen cuervas y de las buenas.
Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
