El Cabildo suspende el derribo del hotel Oasis

El consejo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria ha incoado este jueves el expediente para declarar el entorno del oasis de Maspalomas como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de sitio histórico, una decisión que implica la suspensión de las licencias que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana había otorgado la pasada semana a la cadena RIU para el derribo del hotel Oasis y la construcción en su lugar de un nuevo establecimiento de 370 metros de longitud por 25 de altura.

No han sido los valores arquitectónicos del edificio, considerado como uno de los máximos exponentes del movimiento modernista en España, los que han llevado a la institución insular a adoptar esta medida de protección, sino una circunstancia histórica: el desembarco de Cristóbal Colón en esta zona en 1502 para abastecerse del “agua y la leña” que no podía encontrar en La Isleta antes de emprender el viaje a América.

El portavoz del equipo de Gobierno, Carlos Sánchez, ha explicado que la petición del grupo Lopesan para declarar BIC el hotel Oasis como monumento ha quedado desestimada, pero que, en cambio, el Cabildo sí que ha incoado el expediente en la categoría de sitio histórico a la franja que se extiende desde la orilla de la playa hasta el parque Tony Gallardo. En esta lengua de terreno quedarían afectados, además del propio Oasis, otros establecimientos hoteleros como el IFA Faro, el Residencia o el Palm Beach, el Centro Comercial Oasiis y el Faro de Maspalomas.

No obstante, el consejero de Cultura, Larry Álvarez, ha matizado que la incoación del expediente, que tiene los mismos efectos que la declaración, no impide que el hotel Oasis se pueda derribar en un futuro. RIU deberá presentar una propuesta para que sea la Comisión de Patrimonio Histórico de Gran Canaria, formada por personal técnico funcionario y político del Cabildo y por otras instituciones como el Museo Canario, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria o el Colegio de Arquitectos, quien determine si las actuaciones que se pretenden llevar a cabo en cualquiera de los terrenos afectados por el BIC se ajustan al “perfil identitario” del oasis y protegen el entorno.

“RIU podrá dirigirse mañana mismo al Cabildo para solicitar el levantamiento de la suspensión de licencias, pero deberá pasar el filtro de la Comisión para ver si la nueva construcción se adapta al sitio histórico”, ha manifestado Álvarez, quien ha añadido que la institución insular tiene 12 meses para elaborar la propuesta que deberá elevar al Gobierno de Canarias, que es quien tiene que declarar oficialmente el Bien de Interés Cultural.

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, por su parte, impulsará un Plan Especial de Protección para ordenar el terreno afectado por la declaración de BIC que tendrá que contar con un informe preceptivo y vinculante del Cabildo de Gran Canaria, que también podría encargarse de elaborarlo a través de una encomienda de gestión del consistorio sureño. Mientras se tramita este plan y el expediente que podría conducir a la declaración definitiva de BIC, será la Comisión de Patrimonio Histórico de Gran Canaria, que se reúne cada dos meses, quien tendrá la potestad de decisión sobre cualquier proyecto en la zona.

Tres informes no coincidentes

Hasta tres informes técnicos, dos de ellos internos y otro externo, ha analizado el Cabildo de Gran Canaria para tomar la decisión definitiva. Ninguno de ellos coincidía. El primero proponía declarar la parte histórica del hotel Oasis, la construida antes de la ampliación de 1971, como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. El segundo planteaba proteger esa misma parte con la consideración de jardín histórico. Finalmente, la propuesta que ha hecho suya la institución insular es la encargada al despacho del arquitecto José Miguel Márquez Zárate, que defendía la protección del oasis como sitio histórico.

Carlos Sánchez ha calificado la decisión unánime del Consejo de Gobierno de “histórica, la mejor para uno de los iconos de la isla de Gran Canaria y un triunfo del paisaje sobre la edificación”. Además, ha valorado que es “respetuosa” con los legítimos derechos de la cadena RIU porque no impide la demolición del hotel Oasis, sino que exige una autorización previa de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico. El portavoz del PP ha recalcado que los técnicos del Cabildo no han analizado la propuesta de construcción presentada por RIU y que se han ceñido a la petición de incoación de expediente para el BIC.

El letrado jefe de los servicios jurídicos del Cabildo, Carlos Trujillo, ha defendido que el hotel Oasis “nunca debió construirse” y que “no tiene sentido proteger el edificio que se cargó un paraje único”, el horizonte que pudo divisar Colón, “un lugar con identidad, boscoso, con el palmeral de fondo”. El abogado ha señalado que cualquier actuación que se desarrolle en este entorno deberá “mimetizarse en el paisaje”, por lo que no se podrán edificar barreras entre el faro y el palmeral.

Por otro lado, el Cabildo de Gran Canaria también ha ordenado al servicio de Cultura y Patrimonio Histórico que tramite un expediente para declarar el Faro de Maspalomas Bien de Interés Cultural con la consideración de monumento ante el “riesgo de que pueda perder el protagonismo de presidir en altura”.

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