Nuevo capítulo en el culebrón que nos ha tenido ocupados unos días en esos sures de Dios, desde que a la Policía Nacional le dio por entrar sin cuidado en una conocida discoteca, de nombre Chic. Este miércoles se reunió en Maspalomas la jefa de esa comisaría con los empresarios afectados, desesperados por conocer los motivos de esa operación tan pintoresca en la que no se consiguieron espectaculares resultados. Y ni siquiera resultados. La Policía se escudó en denuncias que ni siquiera caminan en los juzgados, y los empresarios pidieron un poquito más de sensibilidad, que una redada injustificada tiene unos costes altísimos en la caja y en la imagen. Al final quedaron en colaborar más en la lucha contra el delito (cada uno en su bando) y en no hacer caso a los empresarios de la competencia, que son muy puñeteros. Los jodíos.