La bandera más plasta de todas -pesa mucho más que la gualdiazul grancanaria obra y gracia de José Manuel Soria- por los suelos, producto de un “fallo de sujeción” según explicaron fuentes de la Armada que trasladaron la tela de 294 metros cuadrados al Cuartel General para el análisis y estudio de las causas del desplome, es la metáfora viva de un país en descomposición, en manos de unos gobernantes que solo tienen gasolina en el balde cuando de apagar fuegos se trata. Rajoy a lomos de un caballo desbocado llamado recortes galopa sin frenos ni pausas hacia el precipicio, se atiborra de recortes descosiendo al Estado, poniendo a los pies de los mercados y a precio de saldo todos los activos públicos, abriendo una brecha peligrosa entre autonomías -son Estado, es la esencia propia del Estado democrático y de derecho desde 1978- y hasta obligando a la borde del FMI a pedirle ¡un poco de mesura ante tanto recorte! El asalto, saqueo y destrozo a un Estado como el español lo describe el economista Antonio González Viéitez este jueves también en una entrevista en Radio San Borondón, de la que nos hacemos eco, pero lo más grave de todo es que se está produciendo con el consentimiento y hasta el aliento de unos gobernantes irresponsables del PP que ponen cara de póker.