Domingo Bueno, consejero del Cabildo de Gran Canaria, es fuente inagotable de giros populares con los que nutrir esta sección y una posible publicación que estimule a los amantes de la canariedad básica aplicada a la política. La bomba. En la última mesa de contratación se aplicó a fondo para explicar a la pérfida oposición los pormenores de las adjudicaciones que rodean al matadero insular de pollos, conejos y otro tipo de animalitos de Dios. La oposición le preguntó si ya tiene previsto a quién va a adjudicar los servicios de matadero de pollos y conejos ante la evidencia de que la única empresa que se había presentado quedaba descartada al no acompañar el preceptivo informe económico-financiero. El señor Bueno, tan posibilista como directo, no dejó que la pregunta acabara de resonar en el salón de sesiones: “tampoco en Canarias hay mucha gente que se dedique a matar pollos”. Pues es verdad, don Domingo, así que adjudíquelo usted como Dios le dé a entender.