Demasiado joven para morir y demasiado viejo para el rock & roll. Ex presidente del Gobierno, ex presidente del Cabildo, ex presidente de Turismo, ex promotor de Proyecto Monumental Montaña de Tindaya, ex presidente de Aviaco, ex estrecho colaborador de Suárez, artífice de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, pionero explorador de las posibilidades chinas... pocos personajes públicos de Canarias pueden presentar una tarjeta de visita tan colmada de acontecimientos y de cargos como Lorenzo Olarte Cullen, este gallego que llegó a secretario judicial y que ahora lamenta no haberse colocado mejor para cobrar algo más que esos 1.630 euros al mes que recibe cada día 26 en forma de pensión en una sucursal de la Caja Insular de Ahorros. Ahora anuncia que resucita su partido político de cada cuatro años, Unión Canaria, con el que piensa concurrir a alguna institución en las próximas elecciones de mayo. Deberá conseguir antes varias cosas: un respaldo de alguna formación política de rango y posibles superiores y algunos empresarios que quieran invertir en la causa. Lo segundo anda fastifiadillo, y de lo primero ya se encarga Soria, el político más dado últimamente a rebuscar en el baúl de los recuerdos.