De accidentado (o más) podríamos calificar el debate radiofónico que este martes celebró el programa El Drago, de la Ser, para discutir el supuesto, problable, inminente o fijo-al-quince desequilibrio en los presupuestos generales de la nacionalidad toda (Nivaria incluida). Trataba la emisora de tener representantes del Gobierno, del PP, del PSC y del PGC, éste último muy suelto últimamente con páginas de publicidad pagadas denunciando el despojo. El escaqueo, sin embargo, fue la nota predominante. Del PP no apareció nadie, y eso que cambiaron el debate de día para acomodarlo a las agendas conservadoras: que si Toribio tenía cienes de preguntas que formular en el Parlamento; que si Sánchez Simón tenía que llevar la moto a revisión, que si Roldós estaba con las matronas... Del PSC, gran baile también: primero, que acudiría Alcaraz; que no, que Blas Trujillo, que no podía porque no se había leído todos los papeles; de repente emerge la figura de Eduardo González henchida de valor y dice que va él. Pues no, finalmente fue Alcaraz, que llegó tarde a los micrófonos de Radio Club Tenerife (así, así, así gana el Madrid). Pero la guinda la puso Onelio Ramos, que excusó su asistencia porque sus ocupaciones empresariales lo obligaban -agüita- a estar en Tenerife. Envió a un colaborador del PGC, que se midió, con escaso éxito -todo hay que decirlo- con el viceconsejero de Economía, Miguel Becerra, que retó a Alcaraz a un debate en territorio comanche, es decir, en Tenerife, “ a ver si allí repite lo mismo” del desequilibrio en favor de la Nivaria toda. Tensión en el ambiente.