Compareció este viernes pasado ante los juzgados de Telde y en calidad de querellado Antonio Uche, secretario de Comunicación del PP de Telde, para responder por una acción penal nuestra derivada de unos artículos que consideramos injuriosos y calumniosos. Cosas del Estado de Derecho, que nos permite también defendernos en sede juducial. Si bien es cierto que Uche ni siquiera se constituyó en el acto de conciliación previo a la querella, posiblemente porque eran tiempos en que se sentía fino y seguro, este viernes ya lo vimos un poco más remolón, echando la culpa del anónimo y panfletario artículo a un tal Víctor Rodríguez Gago. Pues sí, el liberalismo los une y el PP los separa. Ese mismo día nos enteramos por el conducto oficioso del PP que al tal Gago y a una de sus más fantasmagóricas colaboradoras le han dado otro empujoncito para que se coloque lo más lejos posible del líder por si se produjera o produjese la explosión que situaría en la antesala del despacho presidencial la comisión de algún delito de malversación de fondos públicos. O sea, que ya no le dejan que dirija la política clandestina de comunicación de la casa. Lo destituyen pero no nombran sucesor, lo que nos lleva a inclinarnos por el McGyver de siempre, por la navaja multiusos del macho de las cañadas, Luis Larry Álvarez. Le deseamos también mucha suerte en este cometido.