En un sublime editorial publicado este martes, el diario deportivo del grupo Unedisa, Marca, también se sumó a esa atolondrada ceremonia de irresponsabilidad y cinismo, tratando de responsabilizar de sus descalificaciones a Marta Domínguez a la Guardia Civil, y acto seguido el ex ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que le exigen explicaciones. Eso sí, el periódico deportivo pide disculpas por no haber tomado las debidas precauciones “y el aconsejable escepticismo ante el poder”, como si “el poder” le hubiera confeccionado aquella portada tan sucia que este martes trataron de contrarrestar con una en la que, con enormes caracteres, aparecía la palabra “Limpia” sobre una foto de la atleta. El 10 de diciembre de 2010, al quedar en libertad sin cargos, Marca titulaba a todo trapo, sobre una foto de Domínguez extendiendo la bandera de España tras una carrera, de la siguiente manera: “Marta también era mentira”. Y, para aderezar con inocencia ese engaño en el que hizo incurrir al diario el malvado socialismo, se completaba la primera plana con expresiones como “Domínguez, detenida como camello de una red de dopaje” o unas declaraciones del también atleta Jesús España sobre “secretos a voces que por fin salen a la luz”. Debemos suponer que el tal España también está pagado por el oro de Moscú, una vez descartado que el periódico deportivo fuera corriendo a buscar su opinión para meter a la detenida todavía más en la sentina. La misma información que manejó Marca la tenían otros diarios de la especialidad como Mundo Deportivo, que tituló “Marta Domínguez está bajo sospecha”, o Sport, “Acusada de camello”. Nadie se pasó tanto para hacerse ahora el tonto.