No fue el de este miércoles el mejor día del año para Eduardo González, secretario general del PSC grancanario, que parece empeñado en granjearse cada vez más amistades en el seno de su partido. Todas las fuentes que consultamos confirmaron que el hombre había echado un pulso manteniendo a toda costa una asamblea de la agrupación local de Las Palmas de Gran Canaria para decidir qué lista presentar al Ayuntamiento de la ciudad. Un disparate, a entender de casi todo el mundo, teniendo en cuenta que Arcadio Díaz Tejera, el candidato a la Alcaldía, todavía no la ha terminado y que no hay más prisa que la que marcan los plazos del 25 de mayo. Lo sabe Eduardo, pero quizá haya querido ejercer más de la cuenta de secretario general, someter a su disciplina al candidato independiente y, sobre todo, no medir convenientemente sus fuerzas. Y encima, con un dolor de oídos que lo tenía amargado.