No ha gustado en el PP más reformista ni la portada de la revista Hola con los Aznar en la lujosa y hortera boda de Flavio Briatore, ni el desplazamiento a Valencia en el avión privado de un ilustre y anónimo empresario guatemalteco y como muestra el botón de Graciano Palomo, autor de Rumbo a lo desconocido (Editorial Planeta), sobre la evolución del PP, y conocido aznarólogo: “La pelambrera del edecán de Briatore volvió a arremolinarse con un discurso chulesco que puso de mala leche al personal del PP. Es un hecho cierto que no le ha puesto ahí (ahora) ninguna multinacional (¡chúpate esa Aznar!), ni ningún sindicato? del crimen. Lo han puesto Camps, Arenas, Feijóo, Herrera, Sanz, Gallardón y demás compañeros del pesebre. Y punto. Tras Esperanza Aguirre sólo estaba la presidenta madrileña y ni siquiera el sandokán de la pelambrera y edecán de Briatore hizo otra cosa que meter la pata? y el ridículo. ¡Que mala cosa es creerse uno lo que no es! Pero todavía es peor creerse que es de verdad”. Pero Soria ha declarado a Europa Press que “quien propuso a Mariano Rajoy a la Junta Directiva Nacional fue precisamente el ex presidente del Gobierno, que ha sido y es el gran apoyo para el actual líder nacional”.