Les venimos contanto estos días cómo -aún de modo tímido- empieza a perder fulgor la estrella de José Manuel Soria. Un movimiento interno en el seno del PP canario se dedica a enviar a la sede central de Génova, 13 las andanzas del presidente regional y de su escudero, Luis Larry Álvarez. Pero les auguramos a los críticos una larga y dura batalla que tendrá en el día 14 un hito que puede marcar la tendencia del futuro. Pero mientras se precipitan o se ralentizan los acontecimientos, les aseguramos que hay otras vertientes de la estrella soriana que se apagan, como las de las amistades incombustibles. Una de ellas es la que tiene el presidente del Cabildo con Antonio Porto, presidente de Alstom, la compañía que tiene todos los boletos para hacerse con el contrato del tren en Gran Canaria. Alstom, que acudió en UTE con Kaf, ha perdido el contrato millonario para la construcción de cuarenta trenes de alta velocidad en la Península. Los ganadores han sido Bombardier, Talgo y Siemens, que concurrieron agrupados al concurso promovido por Renfe.