Y ya que andamos metidos en faena cinemetográfica, apoteósica la entrevista concedida este viernes por Josefa Luzardo a Canarias7 para hacer balance de una nueva edición del Festival de Cine de Las Palmas que, como ella misma dice y los demás nos creemos, ya se ha convertido en el segundo certamen más importante de España después del de San Sebastián. Un éxito clamoroso, debemos añadir nosotros con la naturalidad que nos caracteriza, éxito que nos coloca rápidamente, si Josefa gana las elecciones, a un tiro de piedra de equipararnos a Venecia y a Cannes. Antes, sin embargo, algunas recomendaciones: a) hablar con el albañil que prepara la mezcla del paseo de las estrellas para que ponga un poco más de agua; b) mantener lo de la alfombra roja contra viento y marea, incluso en momentos guerrilleros y electorales y aún cuando el rojo no mole; c) invitar a figuras más económicas, no sólo por su cachet, sino también por lo que está costando traerles las mecedoras vía aérea; d) gastar menos en publicidad doméstica (vallas, carteles, anuncios y suplementos en prensa) y más en promoción externa, para que se enteren, por ejemplo, en Santa Cruz, y e) dirigir el certamen hacia la especialización, como por ejemplo, el pacifismo y el buen rollito. De nada.