Un poquito de delicadeza no vendría mal en la toma de posesión, por las bravas, del Muelle Deportivo de Las Palmas. Ya empiezan a aflorar las primeras quejas por el acopio con desenfreno de plazas de aparcamiento para los clientes del recientemente inaugurado Centro Comercial Sotavento. Y lo que falta por ver una vez la Autoridad Portuaria ejecute su plan de privatizar ese servicio, que se desarrolla en suelo público. Un lector, tripulante de un bote de Vela Latina, nos escribió lamentándose: “si ya me costaba encontrar un aparcamiento antes, ahora un señor te pregunta que a dónde vas para ver si te deja aparcar allí o no”. Cuando privaticen los aparcamientos este señor no podrá ir a practicar su deporte: “voy al bote a las once de la mañana los sábados, y no salgo del recinto de la federación antes de las siete de la tarde porque la regata termina a las seis y cuarto; y los domingos estamos allí desde las nueve de la mañana hasta las tres o las cuatro de la tarde. ¿Se imaginan el dineral que es eso?”. Pues sí, nos lo imaginamos. Arnáiz lo sabe con certeza.