Con el potajito al fuego, las fuerzas políticas vivas en presencia de Las Palmas de Gran Canaria empiezan a hacer sus cábalas electorales. Veremos hasta dónde cabalga el caballo del pelotazo del Canódromo, pero mientras tanto, a oídos de Nueva Canarias han llegado las preferencias de Jerónimo Saavedra en el más que probable caso de que no pueda reeditar su mayoría absoluta en el Ayuntamiento. Bueno, más que preferencias, debería hablarse de rechazos, porque de los círculos saavedristas ha salido el recadito de que el alcalde, a la hora de pactar, preferiría no hacerlo con Nueva Canarias, que tiene serias opciones de colocar a Francis Candil y a algunos más en el pleno municipal. Lógicamente, ha sentado como una patada el comentario atribuido a Saavedra, que refuerza, para más inri, el argumentario de la cúpula románica, ya público y extendido en cenáculos empresariales, de que NC no es pata perenne del PSOE y ahí está el PP, como en La Caja y en el Consorcio del Sur. De que si se dan las “condiciones objetivas”,el revolcón con el PP de Soria estaría encima de la mesa postelectoral: “te apuntalo con los míos la mayoria absoluta para dar la Alcaldía al PP si tus consejeros en el Cabildo me hacen presidente a mí”. En fin, ya lo hicieron en 1991 cuando eran la Ican de Mauricio y pactaron con CDS y PP para “salvar Gran Canaria” del PSOE. El alcalde lo recordará muy bien...