Ya se podrán imaginar la cara a cuadros que se le quedó a Juan Miguel Sanjuán, accionista de Sacyr, cuando escuchó a Pepa Luzardo decir eso de que empresarios canarios, no gracias. Él no es nada sospechoso de estar en contra del PP, más bien diríamos lo contrario, además de haber sido de los pocos elegidos que estuvieron en la operación del istmo arropando a la Comisión Puerto-Ciudad. Lo que ocurre es que Sacyr se dedica a las mismas cosas que se dedica la empresa a la que la alcaldesa le quería vender el 29% de las participaciones municipales, y no está el mercado de los servicios, de la depuración, de la energía eólica, de los parques y jardines, las playas y la limpieza viaria como para andar revolcándose con la competencia.