La tragedia de la inmigración es un fenómeno imparable que requerirá muchos esfuerzos, mucha paciencia y mucho tiempo. Su aparatosidad y el uso perverso que de él hacen algunos irresponsables (políticos sobre todo) están produciendo en la sociedad rebrotes de racismo y xenofobia muy preocupantes. Pocas voces se levantan en Canarias para explicar el alcance de lo que ocurre, las soluciones que se adoptan y deben adoptarse, para tranquilizar a la población o para transmitir un sentimiento de solidaridad y de comprensión más necesario que nunca. José Segura se desgañita dentro y fuera de su partido, dentro y fuera de su despacho de la Delegación del Gobierno, y no hay manera de que un solo compañero del PSC le eche una manita. Están con el Estatuto de Autonomía y embelesados con ATI y nadie se ocupa de las cosas serias.