Despertó cierta polémica entre nuestros lectores el suelto que publicamos ayer aquí acerca de las varias razones que llevaron a la dimisión a la directora del Instituto Canario de la Mujer, Noelia García. Lo explicamos todo con absoluta normalidad, con la normalidad con la que se debe hablar de la libertad individual y con el respeto por las opciones que elija cada cual para encontrar la felicidad. Recibimos algunos reproches, quizá desde sectores que no ven normal y libre lo que debiera serlo. Nosotros hoy queremos volver a reivindicar precisamente eso, la libertad de cada cual, la nuestra para ensalzar esa libertad, la grandeza de las dimisiones cuando los enemigos de la libertad no dejan espacio para respirar... Y nuestra libertad también para condenar el cinismo de personas como José Manuel Soria, acreditado homófobo que haría mejor en mirar a su alrededor -muy cerquita- para aprender a respetar las opciones de cada uno. Seguro que el día que lo consiga logrará ser más feliz.