Pero si es llamativo el gasto soriano en protocolo y atenciones varias, mucho más lo es la inversión que la presidencia del Cabildo grancanario ha tenido en la partida de publicidad y propaganda. En este lote no se incluyen las campañas de cada consejería sino exclusivamente las que tienen que ver con la figura de la máxima autoridad, la de los seis escalones por encima del nivel del mar. Sólo hasta octubre pasado, Soria llevaba gastados 333.500 euros, lo que exactamente significa que este presidente gasta en darse autobombo, platillos, alfombras y palios trece veces más de lo que tiene presupuestado el presidente del Gobierno de Canarias, que dispone de 25.025 euros. Debe ser que la única manera de torcer lo que dicen las encuestas es pagando páginas de publicidad y spots de televisión.