Quien los entienda, que los compre. Por nosotros, los regalaríamos, pero con estos mimbres hay que hacer el cesto, así que, vamos para allá. José Manuel Soria ya ha vuelto a la vida democrática tras sus besos y abrazos con el dictador Teodoro Obiang, en Guinea, para regocijo de algunas parroquias, otrora progresistas, y descojono en determinados ambientes empresariales. Y ha vuelto el vicepresidente del Gobierno para dar su esperada opinión sobre los últimos acontecimientos de Tebeto. Su jefe de prensa, Juan Santana, llamó este miércoles a Televisión Canaria y pidió que le mandaran un equipo, “que el jefe va a hacer unas declaraciones explosivas”. La boutade la colgó Santana a continuación en Internet, previa cesión de las imágenes al PP por parte de la tele pública canaria. Soria, para ir adelantando lo que van a ver, utiliza el yo mayestático (papista como él solo), se ha olvidado de Paquita Luengo, habla en nombre del Gobierno, no comparte la valoración de Tebeto y su nuevo tótem es Santiago Pérez. Y todo por ese orden. Pasen y vean, que es peor.