Pero no es que ninguneen ahora a Perdomo, es que nunca lo tuvieron en cuenta, a no ser que hablemos de recados muy concretos, como parece que son los que nos ocupan a nosotros y al Juzgado de Instrucción número 7. Es que durante el proceso de elaboración de las bases del concurso eólico se produjeron decenas de entrevistas con empresas interesadas en participar, y les podemos garantizar que muy pocas, casi diríamos que ninguna, tuvieron lugar en el despacho del director general. La mayoría de ellas, al menos las de importancia, las de las grandes compañías, tuvieron como interlocutores a los hermanos Soria, José Manuel en su despacho del Cabildo y Luis en el suyo de él de la Consejería de Industria. Fueron entrevistas, por otra parte, normales en este tipo de procedimientos, dicho sea en evitación de que puedan entrar en el mismo saco los que jamás pidieron trato de favor.