Para que luego digan que la Cámara de Comercio de Las Palmas, con sus paredes de cristal, no se preocupa por todos los sectores económicos canarios. Y saharauis. Su presidente, José Miguel Z. Gil, no tiene mucha representación en el turismo y la hostelería, más bien diríamos que lo que tuvo se le acaba. Pero él apoya mucho esa actividad, particularmente la de los restaurantes de cocina canaria e internacional de los alrededores, como el Cho' Damián, de León y Castillo. Allí invierte Z. Gil muchos de los recursos económicos de la Cámara, hasta llegar a alrededor de 3.000 euros al mes, para contratar el servicio de comida que le alcanzan hasta el comedor privado presidencial. Allí ha habido comensales del más variado pelaje, condición y procedencia. Incluida la familiar, total, para qué te vas a molestar en preparar un potaje si podemos comer aquí y de gorra.