No anda el patio de la Unión Deportiva para bromas, pero las cosas son como son y este martes la anécdota protagonizada por un senegalés, que ataviado con traje típico interrumpió el entrenamiento del equipo para pedir que se le haga una prueba, dio para todo tipo de comentarios. Entre otros, que tras el anuncio del fichaje de Juanito como nuevo director deportivo, a Las Palmas ya no le hace falta ni secretario técnico ni más staff de expertos en eso de buscar y encontrar a quienes se le dé bien eso de darle a la pelotita dichosa: los jugadores vienen solos. Bromas aparte, Boubacar Dceng, que es como se llama el joven de 22 años que se ganó en el viejo Estadio Insular su minuto de gloria para dar la vuelta a toda la España mediática, después de dos meses en Gran Canaria ha entendido que el camino más rápido hacia el éxito no es otro que convencer a un equipo de fútbol de que vale para hacer el trabajo que realizaba en Senegal, aunque el equipillo ande ahora más preocupado en los malos rollos internos que siempre genera el fracaso inminente de todo proyecto. Por cierto, Dceng, que jugó de centrocampista en el Dene Darc O'e, fue amablemente invitado a salir del campo por Manolo López y atendida su petición de prueba por Merino González. Otra cosa será que el club acceda a probarlo.