No se vayan a creer ustedes que el favor que el PP le hizo la semana pasada a ATI con Granadilla es un hecho aislado, un hervor del diputado Manolo Fernández, que defendía el gas como si a todos se nos fuera a ir la vida si no lo adoptamos pronto como fuente de energía. No es nada casual que fuera el PP el que, metiéndose en camisas de once varas, allanara el camino al resto de las fuerzas parlamentarias para salir en defensa del puerto de Granadilla, un proyecto que presenta serias dificultades de credilidad en la calle y en Bruselas. El PP no conseguirá un solo voto más en Tenerife, ATI se consolidará gracias al apoyo del Tenerife profundo, y el PSC perderá apoyos electorales por nadar en contra del sentimiento ciudadano. Entonces, ¿a qué vino esa declaración del Parlamento de Canarias?